Noticias REEM - 13 Junio 2016
Posicionamiento kinésico en el ámbito de la salud. ¿Cómo llegamos a las unidades de mayor complejidad?

Conozca la experiencia de una de las primeras Unidad de Paciente Crítico que contó con kinesiólogos de manera permanente. Un hecho que marcó un precedente a nivel gremial debido al posicionamiento que logró en el centro asistencial el trabajo kinésico.

Por: Constanza Pastene, kinesióloga.

Fotografía: Constanza Pastene.
Unidad de Paciente Crítico del Hospital Sótero del Río de Santiago, una de las primeras unidades en incluir un kinesiólogo de manera permanente.

 

En muchas unidades, el kinesiólogo no existe en un equipo de salud y si existe, lo hace a manera de llamado, contratado por hora, por atenciones, por una empresa externa. Pocos centros asistenciales contratan directamente, así no es posible entregar una continuidad de intervención al usuario, un usuario que solo quiere recuperar su funcionalidad. Como profesionales estamos a cargo de ello porque somos estudiosos del movimiento humano. En este punto se evidencian grandes interrogantes, ¿estamos bien posicionados como kinesiólogos? ¿El resto de profesionales sabe de nuestro rol? ¿Qué debemos hacer como gremio?

Para intentar dar respuesta a ellos, REEM conversó con Patricio Escobar Díaz, kinesiólogo y quien hace 9 años se desempeña en la Unidad de Paciente Critico (UPC) del Centro Asistencial Dr. Sótero del Río.

Comience por contarnos un poco de la historia del kinesiólogo en esta unidad.

El servicio de Kinesiología partió en el año 2004, 3 años antes de que yo llegara. Cuando se armó la unidad UPC, llegó el primer kinesiólogo acá. En un inicio eran 4 kinesiólogos, solo un sistema de cuarto turno. Fue el primer hospital público que tenía un sistema de cuarto turno en adulto. En ese minuto eran 18 camas de Unidad de Cuidado Intensivos (UCI) y 18 camas de Unidad de Tratamiento Intermedios (UTI), siendo solamente un kinesiólogo por turno para toda la unidad. Hoy en día hay 16 kinesiólogos en la unidad, 4 cuatro turnos, en turno, para 18 camas de UCI y 24 camas de UTI. Las camas de UTI aumentaron en el año 2012, en esa instancia se agregó un sistema de cuarto turno.

¿Cómo fue la entrada del kinesiólogo a esta unidad? Teniendo en cuenta que, en ese momento, la evidencia no era tan fuerte como la que existe hoy en día de nuestro rol en estas unidades.

De todos los procesos, ese el proceso más complejo, dado que uno como estamento se tenía que posicionar, porque llega un ente más a un servicio que está instalado, que funciona bien. Llega un profesional que tiene un par de roles médicos, un par de roles de enfermería y que tiene que buscar su función en esta área.

Ese proceso y el posicionamiento cuestan. Pero con un buen funcionamiento, un buen trabajo en equipo, adquiriendo nuevas competencias, a través de cursos, diplomados, especialidades; de a poco uno se va abriendo paso en el equipo, tanto en el estamento de enfermería y médico. Hemos sido y seguimos siendo un pilar fundamental en la unidad, por lo cual se ha evidenciado que hemos crecido de forma exponencial.

¿Cuál fue la barrera más difícil, que se tuvo que enfrentar como equipo al integrarse en este equipo de salud?

Yo creo que la barrera más difícil probablemente fue el partir y entrar en un equipo donde el kinesiólogo, en ese minuto, no tenía clara sus funciones, en donde el kinesiólogo no tenía claro lo que tenía que hacer y el equipo tampoco entendía lo que el kinesiólogo hacía. Probablemente eso fue lo que vivió el primer cuarto turno en la unidad, porque cuando yo me integré ya habían pasado 3 años, ya las barreras no eran tan complejas y ya tenían un lugar ganado. Desde hace 9 años hasta ahora, el posicionamiento ya es radical. El equipo de Kinesiología es parte del equipo de salud, tenemos roles y funciones. Funcionamos como interconsultores del punto vista funcional, tanto del sistema respiratorio y musculo-esquelético.

¿Qué estrategias utilizaron como quipo de kinesiología para ser parte de unidad?

De partida nosotros tenemos un campo de acción totalmente distinto al de Enfermería y la estrategia fue dejarlo en claro. Esto lleva a un poco de disputa, hay que ser súper asertivo cuando uno parte en una unidad. Mostrar las competencias de a poco, tratar de pasar hacer imprescindible y parte del equipo, más que llegar tratando de colocar el pie encima, probablemente esa no es una buena estrategia. A medida que el equipo conozca realmente lo que uno hace, se va a dar cuenta de que el único que puede hacer esta readaptación funcional es el kinesiólogo, los campos se van abriendo solos y las funciones van quedando libres, se van delimitando con el resto del equipo.

Este servicio es una de las pocas unidades que ha logrado una relación kinesiólogo/cama. ¿Cómo lograron está distribución?

Se logró con indicadores. Teníamos tantos pacientes que se dejaban tantas indicaciones médicas, que un kinesiólogo no era capaz de solventar el total de las atenciones kinésicas y, de esa forma se fue marcando cual era la brecha de la indicación kinésica con las que realmente se daban durante la jornada laboral. Con ello un par de recomendaciones del Colegio de Kinesiólogos, que nos ayudó con la relación cama básica, cama de UTI y de UCI que debiera existir. Recomendación que incluso este año debiera salir en las normas de la UPC: cuántas camas debieran estar a cargo un kinesiólogo de manera ideal.

Fotografía: Constanza Pastene.

 

Ahora, después de haber pasado cada una de las etapas que vivieron como estamento, ¿cómo es la relación con el equipo de esta unidad?

Después de haber pasado la brecha, la barrera, entrar a un servicio que no tenía posicionamiento, ahora el trabajo es mucho más fácil y fluido. Probablemente el equipo de enfermería sabe cuál es nuestro rol, nosotros sabemos cuál es el rol de Enfermería; a nivel de médico, ellos saben nuestro rol, a su vez, nosotros sabemos el suyo y también los técnicos paramédicos. Nosotros ya somos parte de un equipo, en donde tenemos funciones específicas y nosotros somos solo un grano de arena que aporta al cuidado e intervención del paciente. Lo importante es que somos una parte más del equipo de salud.

Se sabe la intervención del kinesiólogo en la UPC, pero el paciente va escalando unidades de mayor a menor complejidad y probablemente no va a existir un kinesiólogo en estas últimas etapas, a pesar de que la rehabilitación debe ser un proceso continuo. ¿Qué recomienda a sus colegas colegas que trabajan en otras unidades de menor complejidad para que también tengan su respectivo posicionamiento?

Aquí hay varios puntos importantes respecto a esta pregunta. Primero que todo, es marcar presencia, que para mí es clave, es probable que exista un sistema de cuarto turno y si es que no existe ya sea por complejidad o un tema de recursos; es necesario que exista un recurso kinésico en horario diurno, que sea potente, que sea marcado, que tenga las competencias adecuadas, después de que tenemos eso, debemos generar conocimiento. Si los kinesiólogos solo se dedican hacer su trabajo, solamente ellos van a saber que su trabajo lo hicieron bien, probablemente no se va a masificar al estamento de Enfermería, al estamento médico, el resto del equipo de salud no se va a dar cuenta de cuál es la real importancia de la intervención kinésica.

¿Cuál cree que es el desafío como gremio en cuanto al posicionamiento kinésico a nivel hospitalario?

Yo creo que nivel de gremio, nos falta un poco más de unidad, unificar muchos criterios, protocolos, unificar cosas clínicas, pero más que nada unificar cosas gremiales, unificar sueldos, kinesiólogo por cama, unificar recursos a nivel de medicina, en otros servicios que no son UPC, ya que la UPC por estudios estamos bien posicionados, pero no el resto de los servicios.

Probablemente esos kinesiólogos que van deambulando de una unidad a otra, que están de 8:00 a 17:00 horas, que a veces los ven en la mañana, a veces en la tarde, no marcan presencia. Lo importante es hacerlo y con competencias, eso va generando conocimientos y, posiblemente, un gremio fuerte.

Gremialmente hablando debiéramos tener unidad, partir a nivel de servicio, hospital, regional, a nivel nacional. Que tengamos un Colegio de Kinesiólogos potente, para ello se debe tener kinesiólogos colegiados y hay que masificar más las actividades que ellos hacen o los beneficios que trae. Es necesario unificar criterios desde el punto de vista administrativo porque, hoy en día, somos tantos colegas, que cada uno actúa por su cuenta, no saben quizás los márgenes sanitarios de los centros de estética, en los hospitales, en clínicas, en atención primaria. Siento que existe un desorden en ese sentido.