Noticias REEM - 12 Septiembre 2016
En búsqueda de la Promoción para la Salud, Funcionalidad y el Movimiento Positivo

Uno de los grandes problemas de salud pública que presentamos en la actualidad es que nuestra población cada vez se hace más inactiva y producto de su falta de movilidad tiende a presentar patologías tempranas, las cuales solían pesquisarse a mediana edad.

Por: Javiera Escobar Inostroza, Kinesiologa.

 

 

La mayoría de las mallas curriculares de Kinesiología se focalizan en gran medida en las temáticas que giran en torno a las disfunciones y de cómo manejarlas. Por lo que nuestra profesión en la actualidad sigue manteniéndose dentro del cuadrante disfunción/enfermedad/movimiento-, si bien esto ha permitido la participación de la profesión en centros de salud de diversas complejidades, aportando a la solución de a la gran problemática de salud pública. Esto cirscuncribe el apoyo a una población enferma para mantenerla “lo más estable posible”.

Quizás una de las mejores herramientas que podemos empezar a utilizar es intervenir por medio de la promoción y la educación. En la medida que la población sea consciente de lo patológico que puede llegar a ser el pasar el día sentado o bien cuando comprenda que la ingesta alimentaria debe ser proporcional a las necesidades fisiológicas que tiene nuestro cuerpo, podremos generar cambios en los hábitos de vida de las personas.

¿Cuál es el problema? En la actualidad nuestras prestaciones están asociadas a resolver principalmente lesiones traumáticas o ventilatorias (muchos de los kinesiólogos son dependientes de las campañas de invierno en los hospitales y los centros de atención primaria) postergando las intervenciones que podemos generar en términos de promoción.

Figura: La propuesta es empezar a intervenir en cuadrantes del modelo función/disfunción que no están siendo abordadas por los kinesiólogo en la actualidad.

 

Si consiguiéramos posicionarnos en estos nuevos espacios, en donde la actualidad ningún profesional de la salud se encuentra participando de forma activa garantizando que nuestras intervenciones fuesen efectivas, podríamos mantener a la población lo más funcionalmente posible sin la necesidad de que tuviesen que depender de un centro asistencial subsidiario.

Si lográramos llegar a intervenir en esta instancia mejoraríamos la calidad de vida de nuestros niños, adultos y adultos mayores, entregándoles las herramientas necesarias para que en su futuro puedan tener la vejez autónoma que merecen.

* Para mayor información respecto al Modelo Función Disfunción leer entrevista de Dr. Hernán Maureira realizada el 30 de mayo del 2016, haciendo click aquí.